Decoración ecléctica: ¡sí a la mezcla!


 
Esta imagen sería impensable años atrás.
Sin embargo, las nuevas concepciones estéticas
 nos abren un apasionante camino que tiende
 a integrar todo tipo de estilos decorativos.
¿Tienes en casa muebles de distintas épocas o te gustaría que la decoración fuese fruto de diferentes inspiraciones? ¿Qué ocurre cuando te sientes atraída por un estilo decorativo después de un viaje? ¿No te ha pasado que visitas la casa de una amiga y descubres nuevas concepciones del espacio? Y si tu casa ya está decorada ¿puedes añadir nuevos y diferentes estilos a lo que ya tienes?
 
Un aparador de aire vintage de principos del XX
en suave tono crema que sirve de fondo
para unas coloridas sillas y una lámpara de tonos metálicos

Por supuesto que sí. En La Casa Chiquita somos partidarios de combinar diferentes elementos estilísticos siempre que no se perturbe la percepción de equilibrio global. No tengas miedo y atrévete a mezclar tus espacios cotidianos, bien mediante el uso del color, las texturas o los estilos. Tu casa debe parecer y ser un territorio de creación y placer.

 
bienvenidas al arte de combinar


Editorial

Según los parámetros convencionales decoramos nuestra casa bajo una perspectiva absolutista. Es decir, debemos seguir estrictamente los mandamientos de un estilo en cuanto a espacios, formas, colores y materiales. La consecuencia inmediata es que se crean espacios fríos y sin personalidad. Sí, vale, te puede gustar el estilo marinero pero eso no te obliga a meter 50 peces de color azul por toda la casa. Es preferible insinuar un aire marinero refrescante sin tener que hacerlo tan evidente. Después de todo, tu casa es tu hogar y no es el escaparate de una revista de decoración.
 
Sillón de piel, butaca en textil floral y mesilla de madera en estilo art-decó
contrastados con vinilos pop-art.
La pared y suelo de aire post-industrial.

Este tipo de decoración estricta termina por crear viviendas algo aburridas porque el diseño no se adapta totalmente a las necesidades de quienes viven en esa casa, particularmente cuando conviven muchas personas bajo el mismo techo. Por esta razón, a menudo las propuestas que vemos en las revistas resultan visualmente “demasiado perfectas” e incluso nos atreveríamos a decir que irreales. Pareciera que esas casas no están hechas para vivir sino únicamente para salir en las fotos. Son viviendas pomposas, incómodas y en desuso.
 
Rústico y rural combinan perfectamente
 con líneas contemporáneas

En La Casa Chiquita la experiencia nos demuestra que cada vez más el interiorismo moderno se constituye de una mezcla de estilos. ¿Te has preguntado en alguna ocasión si la decoración clásica y rústica podrían conjuntarse con otras de estilo mejicano, holandés o art-decó? ¿Es realmente admisible? Por supuesto que sí. Desde el siglo XVII el eclecticismo ha gobernado el diseño de catedrales, palacios y edificios públicos. ¿Por qué no iba a reinar también en el interior de tu hogar?
 
Aun siendo las piezas del baño de sofisticadas y caras líneas modernas
 es el soporte del lavabo, probablemente de principios del XX,
el que acapara toda atención visual.

Bienvenidas a una nueva edición del blog de La Casa Chiquita. En esta ocasión vamos a sumergirnos en el apasionante mundo de la decoración ecléctica o dicho de otro modo, la habilidad para mezclar elementos decorativos de distintos estilos y épocas. Hemos tomado prestadas, en el universo de internet, algunas imágenes que nos ayudarán a comprender este tema. Confiamos en que les guste.

 
El estilo eléctico puede aplicarse a cualquier lugar de la casa
 pero siempre debes seguir unas mínnimas pautas en cuanto
a colores, texturas y proporciones.

Los orígenes

 
Al igual que en la filosofía, la decoración ecléctica no persigue soluciones extremas o perfectamente definidas sino que adopta una postura intermedia. Toma las concepciones estéticas más sobresalientes de otros estilos que puedan ser compatibles de forma coherente, combinándolas y mezclándolas. Procura conciliar lo mejor de cada doctrina decorativa en un mismo espacio aunque procedan de campos antagónicos. Muebles, objetos, accesorios y obras de arte son deliberadamente unidos con el objetivo de forzar una visión personal y con carácter, a disposición de nuestra vida cotidiana. El eclecticismo permanece cerca de los habitantes de una casa, los mantiene unidos a través de un sentimiento de paz y confort en el hogar. Sin embargo, no es sinónimo de caos. Todo lo contrario. Es precisamente un instrumento estético destinado a integrar la diversidad de estilos, a conciliar la incompatibilidad de formas y a unir elementos que tradicionalmente se excluyen. El objetivo final busca una perfecta armonía. Es como la vida misma.
 
El sofá de estilo isabelino y el sillón art-decó
se han actualizado mediante colores fluor
para aportar un divertido aire a este salón.

El eclecticismo sienta en un mismo espacio muebles de madera baratos con papel pintado, azulejos, suelo laminado, piedra, plástico, cristal y acero sin que resulten incompatibles los unos con los otros. Por tanto, la mezcla de estilos es benificioso para tu bolsillo, especialmente cuando se dispone de un presupuesto limitado. Puedes adquirir los objetos que te gustan poco a poco, sin tener que comprar toda la gama en un estilo concreto.
 
La trama escocesa y la tecela bizantina,
aun siendo muy distintas, delimitan y sirven de puente
 para unir los diferentes espacios de la cocina.

Solo hay un peligro. Esta mezcla corre el riesgo de caer en lo kitsch, rozando incluso el mal gusto. En definitiva, que tu dulce hogar puede convertirse en una casa de lo más hortera. Así que cuidado con abusar de la vena creativa que todos tenemos dentro.

Las reglas básicas

Encontrar el vínculo

Aunque seas una incondicional del estilo shabby seguramente te habrás dejado seducir en más de una ocasión por la decoración minimalista, el art-deco o estilo naif. Para no perderte en el universo de los estilos decorativos es necesario observar una cierta regla. Te recomendamos que definas cuál es el género decorativo que más te gusta porque será el que sirva de hilo conductor a la hora de obtener un resultado coherente y armonioso. Este proceso te ayudará a considerarlos en conjunto y a probar diferentes combinaciones. A medida que un mueble tenga mayor impacto visual en una habitación, más debe gustarte su estilo porque es el que va a predominar sobre los restantes accesorios.

Este salón está lleno de elementos florales y botánicos,
sin embargo los tonos crema sirven de vínculo para no saturar visualmente.
Parte de la colección de platos sobre la pared los puedes encontrar en La Casa Chiquita.



El tema como elemento de unión

El estilo decorativo puede ser el tema que unifique el interiorismo y la decoración en general. Una decoración temática es siempre coherente en sí misma y es una apuesta segura. Sin embargo, lo realmente difícil es mezclar diferentes temáticas para alcanzar un estilo nuevo, personal y exclusivo. Diseños insólitos y no convencionales son un buen medio para concebir un interiorismo ecléctico.
 
Cuna de aires vintage, silla rústica y cama art-decó.
Animales y peluches son el nexo de unión que se repite
tanto en pared como en la mesa otorgando una sensación claramente infantil.


Sí al diseño, no a la copia barata

Y ante todo evita la tentación de integrar todo tipo de objetos y recuerdos de aspecto souvenir-baratillero que vayas acumulando tras mil y un viajes, regalos no deseados y herencias que no son de nuestro agrado. El error más frecuente en decoración consiste en combinar objetos al azar. El estilo decorativo de tus sueños debe ser el resultado de una decoración consciente y precisa y no como consecuencia de un montón de muebles y accesorios que han llegado a ti por las diferentes vicisitudes de la vida.
 
La combinación más básica: lo viejo y lo nuevo.
En este caso, acero industrial de última generación con
 una serie de grabados a plumilla


No hagas de tu casa un rastro callejero

Y recuerda, sí a los contrastes, no a las mezclas imposibles como un sofá pop art junto a un aparador con motivos chinescos. Hay que saber equilibrar. Uno de los estilos debe dominar la habitación para que exista coherencia estética. De lo contrario tu casa parecerá, en los mejor de los casos, una tienda de muebles. Para que la mezcla resulte un éxito debes encontrar un equilibrio entre moderno, industrial y antiguo; entre lleno y vacío; entre curvas y líneas rectas; entre compensación y contraste, entre estampaciones y motivos lisos. La práctica parece fácil y evidente pero el eclecticismo nos prepara efectos perversos porque no todo lo que se mezcla va bien. Tu buena intención debe acompañarse siempre de un principio de prudencia y equilibrio.
 
En esta foto tenemos un poco de todo.
Imaginería religiosa, pintura pop-art, muebles colonial con aires étnicos,
sillón art-decó, espejo rocorró y lámpara de estilo vintage.
¿Qué te parece?


Veamos algunos ejemplos

Si has optado por la moda del mueble industrial, debes saber que combina perfectamente con piezas barrocas a condición de que permanezca cierta armonía del gris o acero.

Otro maridaje perfecto es el mueble de diseño contemporáneo con piezas de aspecto rural tallado en bruto: madera neutra, plástico translúcido. Si la combinación parece sorprendete te sugerimos incluso la mezcla de piezas años 50 y estilo british. Una mezcla interesante para un choque de culturas.


 
¿No te parece una combinación acertada el resultado de unir
 esas maravillosas patas con las sillas de acero?

Los grandes errores

Demasiado entusiasmo

Mezclar más de dos estilos es realmente difícil. Puede generar un ambiente sobrecargado. Y no todos los estilos van bien, por ejemplo, colonial y rústico raramente hacen buen equipo. Es preferible estilos radicalmente opuestos o al menos escoger uno primario que marque la ambientación general y otro secundario que aporte matices sin llegar a aplastar visualmente el otro estilo. Te recordamos nuevamente que el exceso puede derivar en una sobredosis de mal gusto.
 
La mezcla no solo se define a través del mobiliario sino
también por los accesorios decorativos.

Demasiados motivos

Ahora más que nunca están de actualidad las flores, los lunares y todo tipo de estampaciones botánicas sobre paredes, cortinas, tapicerías, porcelanas y objetos decorativos. Los estampados añaden notas vitales en una casa y contrarrestan los diseños grisáceos y sobrios, muy comunes en el diseño escandinavo contemporáneo. Si sientes la necesidad de rodearte de motivos florales, ten en cuenta que no debes acumularlos en exceso porque se volverán poco armoniosos y degenerará en un sentimiento asfixiante. Sí a las estampaciones, pero utilizándolas con mesura.
 
Abusar en exceso de motivos, estampados, colores y texturas
puede convertir un espacio destinado al descanso
en un lugar de agotamiento visual.

Mala asociación de colores

Un poco de azul, de rosa, de verde, de amarillo, de gris. Aunque el color sea a tus ojos una maravillosa forma de expresión y vida, ten cuidado con las combinaciones fatales. Es cierto, un interior colorista aporta dinamismo y buen humor, pero ello no debe animarte a transformar tu espacio vital en un arcoiris. Es preferible elegir un color base y jugar como máximo con dos tonos más. Pero cuidado con los falsos amigos: el rojo y el violeta son colores estupendos pero son insoportables cuando se juntan en una misma habitación. Este tipo de combinaciones resultan sofocantes. Parejas bienavenidas son los colores fríos con los calientes y las maderas con los metales.
 
Para tener bajo control esta arriesgada composición flúor
se juega con una paleta de únicamente dos tonos
que se repiten en diferentes espacios.

Mil y una baratija

¿Eres una verdadera coleccionista a la que le entusiasma acumular objetos? Sí es así, también debes exhibirlos adecuadamente. Tendemos a comprar de manera impulsiva cientos de objetos de dudosa calidad estética que van colonizando progresivamente cada estantería de nuestra casa. Por lo general, tal acumulación de baratijas impide admirar los objetos realmente importantes, disfrutar del espacio y conseguir una mezcla armoniosa de los estilos. Si para ti es inconcebible prescindir de determinados objetos, porque te gusten o no, quienes te los han regalado esperan verlos cuando te visiten, puedes implantar la política de los museos: exposiciones temporales. Para poder mezclar estilos hay cosas que debes guardar temporalmente y más adelante, volverlos a exponer con una decoración específica.
 
La mezcla de estilos permite diseñar un espacio exclusivo y personalizado
pero también se corre el riesgo de cruzar la frontera y situarnos del lado kitsch.

Suelos no renovados

¿Uno de los errores más comunes en decoración? Te atreves a renovar la cocina o el salón, inviertes una foturna en muebles y pintura pero ¿y el suelo? ¿has pensado en ello? Es un hecho cierto que aunque hayas rediseñado los espacios de tu casa, si tienes unos horribles pisos amarillentos, que por cierto, nunca, ni tan siquiera cuando eran nuevos fueron bonitos, obtendrás un resultado satisfactorio. Puedes optar por una alfombra miserable que camufle los defectos pero seguramente empeorarás las cosas. No te lo pienses dos veces y cambia el suelo al mismo tiempo que reformas el interior. Si es una cuestión de dinero, ten en cuenta que existe una enorme variedad de parquets y locetas muy ajustados en precio. A buen entendedor…
 
El suelo puede hacer de vínculo que unifique el conjunto o
actuar como contraste pero en cualquier caso no puede dejarse al azar.

Algunas recomendaciones

Añadir líneas de contraste es un recurso decorativo frecuente. Si tus muebles presentan sobre todo líneas rectas y la armonía principal reside en el mobiliario de acero industrial podrás introducir un contraste de líneas curvas a través de un sillón orejero con tapizado floral. Esto creará un efecto sorpresa agradable a la vista sin sobrecargar la decoración. Pero en cualquier caso, no olvides que las líneas dominantes deben ser mayoritariamente repetidas para conservar la unidad.

las líneas dominantes son rectas y
es el sillón de líneas onduladas el que
rompe el aburrimiento visual
 


Ten en cuenta las proporciones. Trata de no introducir muebles de grandes proporciones con relación al resto del mobiliario porque corres el riesgo de crear un efecto antiestético. Por ejemplo, un sofá gigante o un plasma tan grande como la pantalla de un cine en una habitación minúscula. Pueden que tengan un gran valor sentimental o económico pero ¿realmente tenemos el espacio necesario para colocarlos?
 





Recuerda respetar cierta proporcionalidad entre los muebles y
entre éstos y la habitación en la que se ubican.
De lo contrario, el efecto será sofocante

Aprovecha el mobiliario y los objetos decorativos que ya tienes. Muchos creadores experimentan con combinaciones novedosas cuando crean sus colecciones con el objetivo de integrar todos los elementos que más les gusta de cada estilo. Si redecoras una habitación, puedes aprovechar tus muebles viejos y darles una expresión actualizada: pintado, decapado, tapizado y empapelado son técnicas relativamente baratas y de fácil ejecución.
 
Fíjate cómo a pesar de la multitud de colores de las sillas
 lo que realmente llama la atención es
la fabulosa mesa que destaca sobre todo el conjunto.

Mejor insinuar que impresionar. Enfrentar estilos es una técnica decorativa arriesgada que puede resultar visualmente maravillosa o convertirse en un desastre. Por eso, te recomendamos crear un estilo decorativo diferente añadiendo simplemente algunos matices y accesorios sin tener que afrontar grandes adquisiciones. Tener un elemento que hace alusión a un estilo es más acertado que tener toda la decoración en ese mismo estilo. Por ejemplo, puedes introducir notas románticas en un salón solamente con el uso de cojines de aire vintage sin necesidad de cambiar el mobiliario. Prueba también a escojer lámpras diferentes, unas modernas y otras antiguas. Puedes instalar una araña de tipo barroco en la zona en la que pasas buena parte del tiempo complementada con otra de estilo industrial en otra parte del salón, siempre vigilando cierta armonía.

Una sucesión de cojines de diferentes tamaños y colores
 pero unidos por un nexo común:
el elemento vegetal.
 


Nuestra recomendación final



En palabras de Billy Baldwin, el gran genio americano del interiorismo,
"La primera regla en decoración es que puedes
romper casi todas las demás reglas".
Que un sillón solo pueda emplearse en el salón y
que un microondas solo sea para la cocina
son mitos de la decoración del siglo pasado.
Esta foto es una muestra. Las casas deben ser confortables y
adaptarse al estilo de vida de quienes la habitan.
Y no al revés.
 
Si crees que el eclecticismo encaja en tu casa no dejes nada al azar. Es frecuente que llegues a un punto en el que te sientas bloqueada y no sepas cómo encajar un nuevo mueble o accesorio en tu vida. En estos casos, trata de reforzar el acento sobre el estilo dominante. Nunca pierdas de vista la temática principal que hayas elegido. Si el objeto que pretendes acoplar rompe la armonía preexistente, intenta emplazarlo en otra habitación y si aun no lo has comprado y a pesar de que te guste mucho, considéralo como un amor imposible. Lo importante es crear un espacio cálido y agradable para compartir con los tuyos y tus invitados y no convertir tu casa en la próxima portada de una revista de decoración. Hasta pronto.
 






Un salón con mobiliario clásico se suaviza
con obras de arte de estilo contemporáneo.

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