¿Vintage, retro, antiguo o simplemente viejo? ¿Cómo lo definirías? |
En nuestras calles proliferan como setas (y no digamos
en internet) muchas tiendas que se autodefinen vintage. La mayoría, en
realidad, solo comercializan productos de segunda mano y, en el mejor de los
casos, de hace veinte o treinta años. Como consumidora, debes saber que
normalmente estás adquiriendo artículos retro pero pagando a precio vintage.
Una frontera muy clara marca la diferencia entre ambos términos, aunque a
menudo, se confunden. Las repercusiones para tu bolsillo son evidentes.
Dos enfoques separados por el tiempo
El estilo retro revive el pasado a través de objetos
que imitan el diseño de determinado periodo pero fabricados en una época
posterior. Se inspiran en estilos y diseños viejos, pero utilizando materiales
nuevos. Por tanto, son objetos con aspecto antiguo, que
parecen de otra época. Retro no es solo años 50-60. Puede ser cualquier objeto
de cualquier época cuya estética recuerda el estilo empleado en otro momento de
la historia. Lo retro nos retrotrae al pasado desde el presente. Normalmente
los objetos retro son más numerosos porque al haberse fabricado recientemente,
llegan a nuestros días en mayores y mejores condiciones.
Un objeto es vintage cuando efectivamente fue
fabricado en la época a la que pertenece su estilo. Quizá lo vintage se define
mejor por lo que no es más que por lo que es. No es segunda mano, aunque pueda
tratarse de ropa usada; no supone algo antiguo, sino piezas que ya en su
momento tuvieron valor.
Un objeto vintage tiene ante todo nostalgia por el pasado y carga a sus espaldas muchos años de vida sin tratarse de una antigüedad. La mayoría de los historiadores acuerdan trazar en los cien años la frontera para considerar que algo es antiguo. Sin embargo, hay objetos vintage que se mueven en una estrecha línea que los separa de la antigüedad como ocurre con piezas de principios del siglo XX.
Si un objeto que inicialmente es vintage se modifica sustancialmente pasa a convertirse en retro |
Un objeto vintage tiene ante todo nostalgia por el pasado y carga a sus espaldas muchos años de vida sin tratarse de una antigüedad. La mayoría de los historiadores acuerdan trazar en los cien años la frontera para considerar que algo es antiguo. Sin embargo, hay objetos vintage que se mueven en una estrecha línea que los separa de la antigüedad como ocurre con piezas de principios del siglo XX.
¿Todo lo viejo es
vintage?
Lo vintage requiere complementos especiales, únicos o por lo menos de tipo antiguo. Bomboneras, cuadros imperio, frascos de perfume, relojes, tazas y platos de porcelana son buenos ejemplos |
Absolutamente no. Si tienes una nevera americana, de
puerta abombada y fabricada efectivamente en los años 50-60 tienes una
verdadera reliquita vintage. Si por el contrario compras en la actualidad una
nevera de la marca Smeg imitando las originales de aquella época, tendrás una
nevera de estilo retro, que copia la imagen de las originales pero que es
moderna. Los artículos retro no introducen nada novedoso, tan solo imitan una
estética ya diseñada anteriormente.
Reinterpretación moderna de un clásico |
Los objetos vintage se caracterizan por haber
aportado, en la época en la que fueron concebidos, innovaciones desde el punto
de vista del diseño, de la técnica o de la funcionalidad. Por eso mismo,
tienden a ser artículos codiciados por los coleccionistas. Suelen estar
excepcionalmente bien fabricados, acabados y rematados, empleando los mejores
materiales de los que se disponía en esa época.
En muchos mercadillos, simples artículos de souvenir pero envueltos en aires románticos se venden como piezas vintage |
El objeto vintage tiene un plus de valor frente a otro
de similar edad y característica. Viene a ser la referencia de la época en
términos de calidad y diseño y por consiguiente, aunque haya transcurrido mucho
tiempo desde su fabricación, puede integrarse fácilmente en la decoración
actual de nuestra casa. Otros artículos fabricados en los mismos años pero
carentes de esa concepción en términos de calidad son simplemente viejos y
normalmente, desentonan en nuestra casa o en nuestro cuerpo, en el caso de la
ropa, porque su diseño o acabado es inferior. Lo vintage tiene magnetismo
propio, nos atrae irremediablemente y puede alcanzar la concepción de pieza de
arte. Lo viejo alcanza como mucho la categoría de curiosidad y con frecuencia,
causa indiferencia.
Años 60: muebles bajos y largos; colores estridentes |
Los pequeños objetos decorativos como vajillas y
mantelerías suelen incorporar un alto porcentaje de trabajo artesano (pintado a
mano, tallado de cristal, costuras a mano para evitar encogimiento). El
mobiliario emplea maderas finamente talladas con enorme atención al detalle.
Todo ello hace que los objetos vintage de calidad sean artículos únicos, no
estandarizados, muy alejados de las mercancías actuales fabricadas por miles de
unidades.
Gramófonos y tocadiscos se han convertido en objetos de colección |
La ropa vintage tiene unos niveles de acabado y
rematado excepcionales que les permiten ser empleadas tras de décadas de uso
(¿te imaginas una camisa de Zara después de 50 años? Antes de cuestionarnos esa
pregunta vamos a ver cuántos lavados resiste sin resquebrajarse). La ropa
vintage de calidad se asemeja a la alta costura, confeccionada a conciencia,
con acabados a mano.
Madurez, excelencia y
atractivo perdurable
atractivo perdurable
Hablamos de madurez porque algo vintage requiere no
menos de cuarenta o cincuenta años. Objetos que han acumulado una vida y han
pasado por varias generaciones, tienen historias que contar. Atesoran algo
representativo y reconocible de la época en la que fue hecho.
Las cámaras de fotos de principios del XX se han convertido en un icono en el mundo del coleccionismo |
Tienen atractivo perdurable porque están investidos de una perturbadora seducción, inherente al objeto mismo y más allá del cometido para el que fue fabricado. Incluso, aunque su funcionalidad haya quedado obsoleta, tiene un encanto que nos seduce y su contemplación nos arrebata el alma. ¿Qué lleva a una persona a adquirir un coche de los años 30 que aunque funcione, sus prestaciones no cubren las necesidades actuales? ¿Qué hace que alguien prefiera tomar un trozo de tarta en un plato de maravillosa porcelana francesa de principios del XX y no en un aséptico plato blanco de Ikea? ¿Por qué hay quien imagina su cena preferida sobre un mantel bordado? Son innumerables los objetos que hechizan nuestra atención: máquinas de coser con rueda y pedal, relojes con sonería, sillones fabulosos, telas adorables. La lista es infinita como sentimientos hay en el mundo.
Muebles de madera, bajos, con patas finas y redondeadas son características del mobiliario retro |
La excelencia en el vintage va unida necesariamente a
un trabajo excepcionalmente bien hecho, con una maravillosa atención al
detalle. ¿Todavía hay quien piensa que la fabricación en masa y a bajo coste
puede igualar el frenesí que sobre nuestros sentidos provoca un objeto hecho a
conciencia?
Apoyándonos en estas definiciones te darás cuenta que no es fácil encontrar artículos vintage en cualquier tienda. Como consumidora debes prestar especial atención a lo que te ofrecen en mercadillos y establecimientos denominados vintage. La repercusión sobre tu bolsillo es evidente porque no es lo mismo tener una pieza original que una copia.
Apoyándonos en estas definiciones te darás cuenta que no es fácil encontrar artículos vintage en cualquier tienda. Como consumidora debes prestar especial atención a lo que te ofrecen en mercadillos y establecimientos denominados vintage. La repercusión sobre tu bolsillo es evidente porque no es lo mismo tener una pieza original que una copia.
¿Qué es más bonito
un objeto vintage o
uno retro?La taza de té es símbolo de las casas con inspiración vintage |
Te respondemos con otra pregunta ¿qué es más bonito,
un ramo de flores naturales o uno de plástico? Hay quien valora por encima de
todo el aroma de una flor recién cortada, su belleza serena y los cambios de
color por los que atraviesa a medida que envejece. Es ese ciclo de vida lo que
nos motiva y nos hace salir de la monotonía. Sin embargo, otras personas
prefieren la comodidad de no tener que cambiar el agua, como mucho, quitarle el
polvo de vez en cuando, la seguridad de que su flor preferida permanece inalterable
y que a largo plazo, cuesta menos dinero.
Te ponemos otro ejemplo no tan poético. ¿Qué prefieres
un bolso Hermès original o una falsificación de mercadillo?
Cada cosa tiene su lugar y su momento en el mundo,
pero lo que está claro es que son dos concepciones diferentes.
¿Y los productos de
segunda mano?
Los artículos de segunda mano no son necesariamente
vintage ni retro. Lo usado tiene su posición por razones de conveniencia
estética, presupuestaria o medioambiental, pero si no posee la calidad
requerida en los términos anteriormente expresados no será ni vintage ni retro.
¿Sabrías diferenciar cúales es antigua, vintage, retro o simplemente reciente con aspecto antigua? |
Aprender a diferenciar
Diferenciar objetos vintage es un proceso que requiere
formación y educación estética. Podríamos establecer una temporalización (no la
tomes en sentido estricto) que nos ayude a distinguir entre segunda mano (usado
y producido recientemente), retro (1960-1980), vintage (1950 hacia atrás) y
antiguo (más de 100 años). No es baladí, hay objetos que pueden confundirnos.
Tapizados sobrios en los 50, dibujos grandes y alegres en los 60 |
Cuando un objeto carece de signos representativos de
la época en la que fue concebido, cuando su belleza, funcionalidad o materiales
empleados no aportan a la historia del diseño ningún elemento novedoso,
seguramente estaremos delante de un objeto viejo, que aunque en buen estado de
conservación, su mérito reside en tener años a sus espaldas pero carente de la
grandiosidad propia del vintage.
¿Qué tiene tiene más
valor
un objeto vintage o
uno retro?¡Cuidado con el aire envejecido! No es garantía vintage |
Los objetos vintage, tal cual los hemos definido en este blog, tienen más valor comercial y están muy cotizados en el mercado. Básicamente porque son piezas originales que son testigos de una parte de la historia. Recogen las vicisitudes por las que atravesó su proceso de fabricación, la clase social a la que iba destinada y el sentir estético de la época.
Los objetos vintage y retro son siempre de segunda mano, pero un objeto de segunda mano no es necesariamente retro y ni mucho menos, vintage |
Los objetos retro suelen encuadrarse dentro de alguna de las siguientes posibilidades: una buena o mala imitación de algo ya existente en el pasado; una actualización en el tiempo en forma de materiales, funcionalidad y/o estética; una reinterpretación de un diseño ya existente. También explican los matices de la historia en el que fueron fabricados pero no tienen el mérito de ser los primeros.
El mundo vegetal y animal ha estado presente en las corrientes románticas que han inspirado a diseñadores de todas las épocas |
¿Cómo diferenciar un
producto
vintage de calidad?
vintage de calidad?
Que un producto aparezca ante nuestros ojos con un
aspecto envejecido no es indicativo de su grado vintage. Como hemos indicado,
una pieza vintage es un icono imperecedero en el mundo del diseño, representa
una solución técnica y funcional investida de un alto grado de belleza.
Justamente por ese motivo, el interés por estos objetos no decae. Son atributos
de calidad un cuidado diseño, el uso de materiales con buena resistencia al
paso del tiempo y a un uso intensivo y sobre todo, la marca del fabricante.
La tendencia a fusionar y mezclar borra el punto en el cual comienza y termina cada estilo |
Un producto similar de la misma época sin suficientes
atributos de calidad podría considerarse vintage pero no tendría tanto valor.
Puede ser bonito, pero nunca será increíblemente bonito.
Vingate chic
Tras esta primera aproximación sobre el mundo vintage,
estarás de acuerdo con que vendedores y compradores confunden ambos términos.
Desde finales del siglo XX, la palabra vintage comienza a ser un adjetivo que
define no solo objetos sino también espacios: cafeterías, tiendas, habitaciones
y casas adquieren un aire del pasado.
Plantas y flores naturales son indispensables en una casa vintage: aportan frescor, color y romanticismo. Tres características propias de este estilo |
Denominamos “inspiración vintage” o “vintage chic”
cuando se diseña bajo un criterio pseudo-romántico con guiños a la época
victoriana y a las décadas de los 20, 30, 50 y 60. Esta tendencia comparte
características con los estilos shabby y country.
Como siempre recomendamos en La Casa Chiquita, lo más
importante son los detalles y accesorios que dotan de personalidad nuestra
casa. Abusar de la ambientación vintage genera tristeza y peor aun, podemos
caer sin darnos cuenta en la trampa del estilo kitsch (aunque eso lo dejaremos
para otro blog).
Parece que algunas
pasiones
han pasado de moda
Quienes hacemos de la decoración parte de nuestra vida
podemos llegar a pensar que algunas pasiones han pasado de moda. El entusiasmo
por telas de calidad que permanecerán inalterables después de décadas de uso
sobre nuestros sillones; el sonido envolvente que emerge del cristal soplado;
el tacto, brillo y sonido de la porcelana decorada; jabones exquisitos cuya
fragancia inunda nuestros armarios durante años; el canto del reloj de cucú que nos acompañará infatigable durante toda
nuestra vida. Son pequeños placeres devorados por la producción en masa.
Foto: colección vintage de La Casa Chiquita Diseños inspirados en la porcelana holandesa Delft y la pintura mexicana de Frida Kahlo |
Todo objeto revestido de un áurea vintage, aun siendo
fabricado en serie, era diseñado y construido para durar, se tomaba el tiempo
necesario para que el ajuste fuera perfecto, desde la moda a la mecánica, desde
la ebanistería a la confitería. Había consideración por elaborar productos
refinados. Eran objetos hechos a conciencia, cuyo disfrute es una delicia para
los sentidos.
Lo nuevo no es
necesariamente
más deseable
Hay un número creciente de personas con una absoluta
nostalgia por el pasado. Cuando uno mira hacia atrás en el último siglo de la
música, cine, literatura, coches, ropa, da la impresión que los productos eran
suficientemente buenos como para pasar la prueba del tiempo.
Plástico, vinilos, terciopelos, cuero, polipiel, alfombras con pelo, cristal son texturas que nos acercan a la iconografía de los años 60 en adelante |
Si echamos un vistazo a la genuina ropa vaquera de la
América del siglo XIX vemos que tras 125 años están aún en perfectas
condiciones de uso. Las técnicas de construcción y los tejidos empleados son
simplemente mejores que sus contrapartidas modernas. Por tanto, ¿por qué no los
hacemos mejor en la actualidad? La respuesta es una combinación de motivos
económicos, demográficos y culturales de la sociedad actual.
A un nivel muy superficial, la obsesión por los
artículos vintage (ropa, vajillas, juguetes, bisutería, cámaras de fotos,
máquinas de coser, etc) parece desconcertante. En una época en la que lo nuevo
parece sustancialmente mejor que lo viejo, muchas personas optan por usar
artículos descaradamente anticuados. Es difícil no darse cuenta de que las
tendencias pasadas han renacido nuevamente en los últimos años. La ola de furor
por artículos de la primera mitad del siglo XX prueba que la moda no es como la
tecnología. Lo nuevo no es necesariamente más deseable.
La ambientación vintage tiende a muebles de tipo provenzal, con formas curvas y onduladas en madera oscura o blanco roto, decapada o con detalles en color dorado o bronce |
El filósofo Francis Bacon decía: “La moda es el solo intento de convertir el arte en formas vivas y relaciones sociales”. Esta forma de arte tiene el poder de controlar la imagen de uno mismo. Las personas juegan un papel en su vida, encarnan una historia o representan una época en base a cómo se visten o con qué objetos se rodean en sus casas o en su vida cotidiana.
Los inicios
No todo el mundo aprecia la perspectiva vintage.
Resultaría útil hacer un pequeño análisis que nos permita comprender algo más
sobre qué inspira a tanta gente la vuelta al pasado.
Desde el punto de vista de la ropa, la moda vintage
(no confundir con el grunge que usa suéteres de gran tamaño y camisas de
franela y es propio de los años 90) nos retrotrae a prendas creadas o
inspiradas en los años 20. En este movimiento hay algo de nostalgia: rodearse
de objetos de otras épocas es una forma de escape del estrés contemporáneo.
La moda es el indicador más visible del pase de una época a otra |
Las mujeres obtuvieron nuevos roles en la sociedad. El derecho al voto y el trabajo fuera del hogar en las nuevas ciudades industriales favorecían que la mujer tuviera otras aspiraciones más allá de su labor como ama de casa. Los años 20 se convierten en una década revolucionaria. Celebran su libertad con una nueva concepción de la moda. Una ropa rebelde que se materializa en pantalones, faldas más cortas, el punto para hacer chaquetas, los collares de perlas para momentos informales, el cabello recogido y no solo aceptablemente peinado, los cigarrillos en las manos como expresión de coquetería. Es el tiempo de una visionaria: Coco Chanel. Una mina de inspiración y estilo de vida. En palabras suyas “Quiero ser lo que está por llegar”. Esta mujer excepcional animó a otras a perseguir nuevas cuotas de libertad, desde elegir cómo querían vestirse hasta dónde trabajar. Se convirtió en vivo ejemplo del éxito a partir de la actitud y perseverancia en la vida. “El acto más valiente es todavía pensar por uno mismo”, decía.
La mujer es el eje central de la moda vintage |
Bajo nuestra visión actual, este periodo es relevante
y no debe ser olvidado. En muchos aspectos, es el comienzo de la sociedad
contemporánea. Que el estilo vintage tome como referencia la moda de los años
20 no es coincidencia. Las sociedades europeas y americanas pasaron por un
corto periodo de prosperidad. La Primera Guerra Mundial había finalizado. No
fueron años perfectos, pero se disfrutó de una relativa paz entre dos
tormentas. Fue una década de indulgencia, de rápido crecimiento económico y
cambio social.
El cine se convirtió en obsesión porque de repente las películas tenían sonido. Los coches eran el nuevo símbolo social y se hicieron más asequibles conectando personas a pesar de las distancias geográficas. Los entornos urbanos se revitalizaron a medida que el movimiento modernista tomaba forma. Artistas y músicos comenzaron a explorar nuevos caminos, rodeados de un renacimiento cultural.
Tras la II Guerra Mundial se fabricaron relojes con sonería que imitaban a los originales del XIX |
El cine se convirtió en obsesión porque de repente las películas tenían sonido. Los coches eran el nuevo símbolo social y se hicieron más asequibles conectando personas a pesar de las distancias geográficas. Los entornos urbanos se revitalizaron a medida que el movimiento modernista tomaba forma. Artistas y músicos comenzaron a explorar nuevos caminos, rodeados de un renacimiento cultural.
Es mucho más
Foto: colección de La Casa Chiquita Juguetes de hojalata para niños que son hoy piezas de colección para adultos |
Retro es un recurso estético que mira al pasado en
busca de inspiración. Vintage es la fuente de inspiración. Y es mucho más. Nos
gusta pensar que vintage es algo más que llevar ropa de época y recrear nuestro
pelo y maquillaje a imagen de las actrices del cine clásico. Mientras decidimos
si alienarnos a la corriente vintage, nos gustaría dejar a un lado
momentáneamente los aspectos más triviales para centrarnos en otras
consideraciones.
Maletas: otro icono para los nostálgicos del pasado |
Vintage: tan bello y
tan amargo
Casi nadie añora la falta de libertades de otras
épocas, los estereotipos y roles de género, las persecuciones ideológicas, la
falta de alternativas de la moral de la época, la crueldad del hambre, el olor
a muerte de las guerras, el fanatismo religioso. Muchos objetos, etiquetados
hoy como vintage, fueron concebidos en momentos sombríos de la historia de la
humanidad. Eso es así, y no hay que olvidarlo. El olvido es el camino más
rápido para volver a repetir los errores del pasado.
Las máquinas de coser son uno de los grandes iconos del vintage |
Pero por otra parte mucha gente considera que buena
parte de la vida moderna es horrorosa: Video juegos violentos que escenifican
la sociedad actual; falta de modales que impiden la convivencia, carencia de
entusiasmo por los detalles bien hechos y ausencia absoluta de sentido
estético. Se impone la ropa que pasa de moda en un instante y una vez nacida,
muere sin terminar una estación; muebles baratos de forma rectilínea que necesitan
media hora en montarse sin mínima consideración por los aspectos decorativos
que lo diferenciarían de otros millones producidos exactamente igual. En una
época en la que perseguimos y presumimos de individualidad ¿cómo es posible que
vestimos según las modas que nos imponen, amueblamos nuestras casas en los
mismos centros comerciales y hasta decoramos con las mismas colecciones? ¿Es el
vintage una alternativa?
Foto: perfumadores de La Casa Chiquita Vintage es algo más que moda: es el valor de los objetos del pasado |
¿Nos convertirnos al vintage?
Parece claro que hay un creciente número de personas
que se declaran fervientes seguidores de la moda, decoración y objetos vintage.
Pero quisiéramos ir un paso más adelante y planteamos si existe un verdadero
estilo de vida que ponga de relieve las directrices a seguir para ser vintage
de convicción.
Foto: colección de latas, cojines y bolsos de La Casa Chiquita Vintage es romanticismo y atención por detalles exquisitos |
Concurren en nuestra ciudad numerosas subculturas que
deambulan por parajes estéticos de los más antagónicos. Desde devotos de
cámaras de fotos, apasionados por las latas de época, teteras románticas,
objetos de papelería. Existe una línea muy difusa entre ser un vintage-victim o
simplemente un coleccionista de objetos. Las razones de cada uno y los niveles
de involucración son diferentes pero un aspecto común a todos ellos es cierta
nostalgia por lo que hemos perdido en la sociedad actual en términos de estética,
calidad y actitud ante el trabajo y la vida.
Apenas han pasado 40 años y ya son piezas de colección |
Quien tenga curiosidad por el mundo vintage deberá necesariamente empaparse de la cultura de otras épocas asistiendo a ferias y mercados especializados, practicando todas las recomendaciones que hemos apuntado anteriormente para distinguir vintage de antiguo, retro, segunda mano o simplemente viejo. Es visita obligada acudir a alguna subasta de objetos, preferentemente en casonas históricas, lo que nos dará una visión general de los precios en los que se mueve el mercado. En internet encontrarás multitud de páginas sobre el tema que te pueden dar una visión de los accesorios más demandados. Pero sin lugar a dudas, los lugares de culto siguen siendo los mercados de Camden Town o Portobello en Londres y Les Puces en París.
Canastos de mimbre, sombrereras con motivos florales y baúles envejecidos son elementos de ambientación vintage |
Un trámite imprescindible en este proceso de
conversión requiere organizar meriendas alrededor del té, café o chocolate en
las que saborear cupcakes y tartas de ensueño. Es en este punto donde debes
sacar toda la artillería pesada y rescatar de la alacena todos esos preciosos
platos, bandejas y manteles, heredados o no, que se aburren en las estanterías
de tu casa.
Foto: colección de La Casa Chiquita Cajas de estilo retro para tus regalos preferidos (aptos también para uso alimentario) |
No hay mayor error que esperar a la Navidad o a algún
solemne acontecimiento familiar para usar nuestra vajilla preferida. Las cosas
están para usarlas y hay que hacer un esfuerzo por agradar a los invitados,
presentando la mesa adecuadamente. Los pequeños detalles como las flores, unas
servilletas bonitas, platitos especiales para los dulces, una pala fabulosa
para la tarta o una tetera espectacular son, entre otros, accesorios que
aportan una ambientación vintage. De otro modo, nuestra mesa no se diferenciaría
mucho de la un restaurante y se trata justamente de crear un hogar especial. Y
no te preocupes por las manchas. En La Casa Chiquita tenemos el delantal
adecuado para cada temática.
Foto: colección de delantales de La Casa Chiquita Estilo retro años 50-60 |
Y si el trasiego social lo requiere, no dudes en preparar una cena para tus amigos y deleitarlos con verdadera comida casera: Llegado este punto, tampoco hace falta que te conviertas en una vintage fundamentalista. La comida la puedes encargar, de hecho hay unos catering buenísimos y nadie va a notar la diferencia. Lo importante es no caer en la trampa de los envases de usar y tirar.
Son colores retro los fucsias y turquesas así como los rojos y negros combinados con blanco |
En ciertos aspectos, el estilo vintage es tan verde como cualquier corriente ecológica actual. Nuestras fieles lectoras podrán estar experimentando en la actualidad diferentes grados de vida vintage, sin saberlo. Una actitud vintage comprometida no presenta alimento alguno que no sea en envases de cristal o porcelana. Son materiales limpios, puros y ecológicos.
Recuerda también que una verdadera militante vintage
debe hacer mucha vida social alrededor del hogar. Cualquier excusa es buena
para movilizar a tus íntimos y abandonarte a largas sesiones de sobremesa. La
charla es el alimento del alma y el encuentro social es el corazón del vintage.
Foto: colección Sophie para la mesa de La Casa Chiquita El encuentro social es parte fundamental del mundo vintage |
Si te ha gustado este blog, te proponemos una pregunta
cuya respuesta puedes publicarla en la sección de comentarios: ¿Qué objetos de
hoy en día serán mañana piezas de colección vintage?
La respuesta seguramente será un indicativo del nivel
creativo de la sociedad actual. Hasta pronto.