Perfumes de autor


Retrato de Jan Gerritsz van Egmond (gest. 1523). Alguacil de Nieuwburg.
Taller de Jacob Cornelisz van Oostsanen, c. 1518
Rijksmuseum

 
El ser humano ha estado obsesionado a lo largo de la historia con descubrir la forma de almacenar el aroma de flores y plantas. Las ha maldecido, envidiado e incluso seducido con tal de que le desvelaran el don por el que se bañan en su propio perfume a lo largo de la vida. Pero cómo capturar el aroma, cómo atrapar algo que no se ve, que se escapa de las manos y que solo el viento es capaz de disfrutar. Se desliza entre tus sueños hasta el momento de despertar para comprobar una vez más, que del perfume solo el recuerdo es lo que queda. Poetas, escritores y pintores han imaginado con tenacidad el color, la forma y la textura de sus fragancias preferidas. ¿Cómo definir lo que no se ve pero que sabemos de su existencia porque nuestro olfato lo presiente cerca?

En el transcurso de todas las épocas, los perfumen siempre han fascinado a la humanidad. Elixir consagrado a virtudes misteriosas, privilegio lujoso de reyes, emperadores y faraones. Ha sido y es, arma de seducción en la política, los negocios y las relaciones sociales. El perfume ha dejado su huella en la historia. Pero cuál es esa historia detrás de la cual se esconden los orígenes de muchas guerras, las muestras de amor más bellas y las ingratitudes más aborrecedoras. ¿Te animas a descubrir de la mano de La Casa Chiquita los entresijos del perfume? Bienvenidas una vez más a otra nueva edición de nuestra particular revista.

Prehistoria
La historia del perfume está inquebrantablemente unida a la de la humanidad. Desde la prehistoria, el ser humano entendía que la quema de maderas y resinas mejoraban el sabor de los alimentos. Pero también flores y plantas a modo de ungüentos y aceites han formado parte del rito de veneración de vivos y muertos, de humanos y deidades en todas las tribus conocidas. Desde su uso primitivo como hábito higiénico hasta por sus beneficios medicinales los perfumes han ocupado una posición preeminente en la vida cotidiana de nuestros antepasados.

La antigüedad
El perfume como elemento de belleza nace probablemente en la Antigüedad. Sumerios y egipcios ya quemaban esencias aromáticas (plantas, flores, maderas y resinas) en honor de las divinidades. Explica Jean Bottéro en su libro La cocina más vieja del mundo (L. Audibert, 2002) que "en Mesopotamia, los cocineros de las tribus eran al mismo tiempo perfumistas". Es decir, hacían fundir la grasa de los animales con esencias para obtener una sustancia oleosa perfumada que guardaban en vasijas. Era común que los sacerdotes acompañaran sus oraciones con perfumes que favorecían la elevación del espíritu y la comunicación con los dioses.

el perfume en la civilización egipcia
 
Y en el plano terrenal, la industria del cine se encargaría de elevar a la reina Cleopatra a los máximos altares de la belleza mediante sus clásicos ungüentos, bálsamos y baños perfumados.
el perfume en el mundo griego
La civilización griega entra en contacto con nuevos aromas gracias a sus expediciones en tierras lejanas. Incienso, mirra, sándalo, almizcle, ámbar y alcanfor mezclados con canela, nuez moscada, pimienta y jengibre, además de la vainilla y el cardamomo. Sócrates ya defendía el uso de perfumes y aunque los consideraba ostentosamente afeminados y lujosos, nada pudo impedir que los griegos alcanzaran un alto grado de finura, precisión y extrema sensualidad. No hay que olvidar que la veneración del cuerpo en el mundo griego era absoluta. Los atletas se untaban con aceites antes de competir en los Juegos de Atenas, empujándolos a un refinamiento extremo a través de diferentes aromas para cada parte del cuerpo.







La Perfumista - Villa Farnesina - Roma
 
Los inicios del imperio romano se contruyeron sobre una base poblacional marcadamente campesina. Sólo con el desarrollo territorial y en contacto con fenicios y etruscos, aprendieron a apreciar las propiedades de las fragancias. Poco a poco se va fomentando el uso del mirto, la retama procedente de España, el ládano (una variedad de jara) y el pino. Hacia el final de la República, el consumo está muy extendido y es cada vez mayor en el tiempo. En el siglo I dC se estima que los romanos utilizaban cerca de 2.500 toneladas por año de incienso.

Las invasiones bárbaras traen consigo un freno al uso del perfume en Occidente y sume a Europa en la tenebrosa Edad Media. Tras la caída de Roma es el imperio bizantino quien recoge el testigo en la elaboración de perfumes. Sin embargo, es el mundo árabe el que mayor contribución haría al desarrollo del arte de la perfumería. Árabes y persas se convierten en los maestros incontestables de las especias, inventando el alambique y perfeccionando la técnica de la destilación, imprescindible a la hora de atrapar un aroma en un medio líquido.




Adoración de los reyes Magos, de Pedro de Campaña (Catedral de León).
Detrás del milagro de plantas sanadoras vienen las revelaciones religiosas: el perfume es un signo de los dioses. Los grandes movimientos religiosos serían también portadores de mensajes olfativos: la Biblia y sus numerosas referencias así como el incienso y la mirra que los Reyes Magos portaban en forma de regalos no eran más que preciados perfumes.

La mitología y la poesía orientales están llenas de perfumes. De la Andalucía árabe, a la India de los mongoles sus protagonistas se preocupaban de vivir entre fragancias que prefiguraban el paraíso.

La Edad Media (siglos V – XV)


El perfume comienza a tomar un tímido protagonismo gracias al comercio de materias primas procedentes de Oriente, especialmente las especias. El gremio de alquimistas se consolida y ocupa un lugar privilegiado en la sociedad. Son los herederos del conocimiento de brujos y hechiceros de los siglos anterioes y los precursores de la química moderna. Su papel en la sociedad es fundamental. Junto a monjes, compilan tratados de botánica, esenciales para recopilar la flora de la que se nutre la perfumería.  Hay que esperar al siglo XII para que la cristiandad redescubra el placer de los aromas, bien por puro placer o como hábito estrictamente higiénico para frenar el avance de la peste y otras epidemias.

detalle de perfumador en forma de colgante
Hay que destacar el descubrimiento del alcohol etílico, fundamental en la preparación de perfumes. En 1370 se extiende entre las cortes europeas el Agua de la Reina de Hungría, primer gran perfume alcohólico obtenido a través de la maceración del romero. 

Entre las clases sociales más acaudaladas se pone de moda llevar a modo de colgante unas pequeñas bolitas o almohadillas perfumadas. Las esencias de plantas pasan a convertirse en amuletos que protegen de las frecuentes epidemias de la época.





perfumador antiguo

Renacimiento (siglos XV-XVI)

Es en el Renacimiento a raíz del concilio de Trento cuando el consumo de perfume crece exponencialmente para enmascarar el mal olor. Es la época de los grandes navegantes que recorren el mundo y traen hasta las metrópolis nuevos productos perfumados procedentes de América y la India. La química reemplaza a la alquimia, mejorando la calidad de las esencias. Reinas y cortesanas se apasionan por el perfume, que se propaga en Francia gracias a la florentina Catalina de Médicis. Al igual que siglos más tarde lo haría María Antonieta, ninguna de las dos escatimó gastos para rodearse de los mejores lujos de la época.

Catalina de Médicis - Reina consorte de Francia

En una época marcada por el arte y la erudición se desarrollan las profesiones de boticarios y perfumistas, ambas muy entrelazadas al tener que utilizar en sus respectivos campos las técnicas de maceración, destilación y evaporación. Los centros de perfumería se desplazan progresivamente desde Italia a la región de Grasse en Francia.
las rutas comerciales con Asia trajeron consigo nuevos aromas para los europeos

Siglo de las luces:
Bajo el reinado de Luis XIV, Francia se inunda de perfumes para enmascarar el mal olor corporal y bajo Luis XV la coquetería y la belleza ponen de moda el uso de cosméticos y perfumes. A medida que los hábitos higiénicos mejoran, se hacen necesarios perfumes menos embriagadores y más sutiles. Con Luis XVI y María Antonieta el gremio de perfumistas goza de tal prestigio que se utiliza como herramienta de estado en las relaciones internacionales. Surgen las primeras casas de perfumería con reconocido prestigio más allá del ámbito local. Se inicia la producción de las primeras aguas de colonia.
botella antigua de perfume

En el siglo XVI se unen la profesión de perfumista y la de artesano productor de guantes bajo la moda del guante perfumado. De hecho en algunos perfumes franceses aun figura la expresión “Maître Parfumeur et Gantier”, es decir, maestro perfumista y guantero.
 
1789-1850
Napoleón y Josefina son grandes amantes de los perfumes. Ella prefiere los olores exóticos. Él las aguas frescas. Con el romanticismo las fragancias se vuelven más ligeras. Las mujeres ponen de moda los pañuelos perfumados.

1850-1900
Durante el siglo XIX la industrialización masiva marca el inicio de la química orgánica. Los laboratorios sintetizan moléculas que revolucionan la industria del perfume, enriqueciendo la paleta del maestro perfumista con sensaciones inéditas.
 
el perfume de probeta y laboratoria comienza a despuntar


Con la utilización de productos de síntesis, las primeras marcas modernas aparecen. Esta expansión también se debe a las fábricas de vidrio que producen en serie y a bajo precio frascos de cristal. Es la época del desarrollo de las célebres casas de perfume como Guerlain, Houbigant o Piver. La perfumería moderna ha nacido.

A partir de 1900
Desde 1900 hasta la actualidad la perfumería ha evolucionado muchísimo.

A principios de siglo, a medida que el movimiento Art Nouveau toma fuerza, el perfume se vuelve un verdadero producto de lujo  al alcance de pocos. Entre los éxitos de la época podemos citar: Jicky (Guerlain) creado en 1889 o Après L’Ondée (Guerlain, 1906).

Tras la primera guerra mundial comienza el movimiento por la emancipación femenina desde el punto de vista de la moda. Las mujeres adoptan una imagen masculinizada y hace aparición Coco Chanel y su revolucionario perfume Chanel Nº5 (1921). Guerlain crea Shalimar, un aroma oriental de impresionante éxito comercial. Jeanne Lanvin imagina Arpège (1927) de notas florales.
Durante el periodo de entreguerras el perfume se vuelve un nuevo accesorio de seducción. Las estrellas de Hollywood inspiran las nuevas creaciones. Marcel Rochas lanza Femme (1944) en honor de la actriz Mae West. Un nuevo genio hace aparición: el modista Christian Dior lanza su primer perfume, Miss Dior (1947). Es el inicio de la alta costura aplicada a perfumería.
 
perfumadores para armarios

Tras la segunda Guerra Mundial los europeos sueñan con el modelo de vida americano y el perfume hasta ahora poco accesible se democratiza. En 1952, Estée Lauder lanza su primer perfume: Youth Dew, precursor de la perfumería americana. Los hombres comienzan nuevamente a valorar el perfume gracias a las esencias de lavanda, cedro y vetiver. Guerlain crea una fragancia para hombres de notas amaderadas y frescas: Vétiver (1959)

Los años sesenta marcan la revolución moral. Asistimos a una liberación sexual, el auge del movimiento hippie y su rebelión contestataria y pacifista. El aroma de pachuli matizado con notas ahumadas irrumpe con fuerza en muchas de las creaciones.  Otro movimiento olfativo se hace hueco entre las tendencias: las aguas frescas cuyo líder es Ô de Lancôme.
 
A finales de los años sesenta, se imponen numerosas tendencias: romanticismo, sofisticación, naturalidad. Yves Sain Laurent crea Opium, un poderoso aroma que conquista el mercado. Cacharel lanza Anaïs Anaïs, siendo la camelia la flor preponderante. El joyero Van Cleef & Arpeels crea su primer perfume, First. Los perfumes masculinos evolucionan a estilos olfativos muy marcados: maderas, helechos y bosque. Entre ellos, Paco Rabanne pour Homme (1973), Gentleman de Givenchy  (1974) y Azzaro pour Homme (1978).
Los años 80 se caracterizan por una tendencia a la individualidad, la carrera hacia el éxito económico y social y un marcado culto al cuerpo y a la imagen. Los perfumes se hacen más embriagadores y las marcas muestran una imagen de lujo ostentoso. Dior crea Poison, Calvin Klein lanza Obesession y Cartier hace lo propio con Must. Otros éxitos de la época son: Cool Water de Davidoff y Fahrenheit de Dior.




perfumador para habitaciones

Tras la caída del muro de Berlín se aspira a un mundo más dulce, más puro, menos materialista. Los perfumes se aproximan a la naturaleza: frescos, aéreos y acuáticos con notas limpias. Entre los grandes éxitos comerciales caben destacar Trésor (Lancôme), Noa (Cacharel), Le Mâle (Gaultier) y el incontestable éxito unisex de ck one (Calvin Klein).

¿Y los perfumes en la actualidad?

El lanzamiento de perfumes se hace cada vez más numeroso. Solo un minúsculo porcentaje encontrará el favor del público y el éxito comercial. Pero si hay algo que destaca con respecto a otras épocas es que cualquier marca sin importar de qué género aspira a tener su propio perfume. Coches, cadenas de supermercados, tiendas de ropa, joyas y un largo etcétera desea poner su nombre a un frasco de perfume. A ello añadimos modistas de éxito, diseñadores, famosos de la farándula y  deportistas, hoy, cualquiera puede ceder su nombre para crear un perfume a medida en cualquier laboratorio especializado. La marca, la imagen, la fama, el éxito comercial guiado por una campaña publicitaria de ámbito mundial pasan a ser más importantes que la singularidad del producto.
 
perfumadores de inspiración vintage

El presente: perfumes de autor

La perfumería industrial, en manos de varios grupos  internacionales (muchos de ellos fondos de inversión que nada tienen que ver con el delicado arte de la perfumería) pretenden llegar a todos los bolsillos, culturas y gustos. Y llega a resultar insustancial. Sales a la calle y reconoces tu perfume en varias decenas de personas con las que te cruzas. 

Sin embargo, el cliente más exquisito desea acceder a conceptos verdaderamente especiales y alejados de la producción masiva de las grandes multinacionales de la cosmética. Es por ello por lo que presenciamos en la actualidad el resurgir de una nueva generación de perfumistas de autor. Empresas independientes que entienden que el prestigio de una marca no se gana con la cara de un famoso pegado al nombre de un producto. La reputación se conquista en el corazón de los clientes cuando se les ofrece una combinación de aromas que les hace sentir especiales. Vivimos un nuevo Renacimiento a través de una generación de perfumistas guiados estrictamente por su instinto sensorial. Desde La Casa Chiquita te animamos a descubrir con nosotros este apasionante universo de la perfumería de autor. Aromas exquisitos que no te dejarán indiferente. 

Confiamos en que les haya gustado este breve pero intenso recorrido por la historia del perfume. Gracias a la perseverancia y al entusiasmo de muchos creadores anónimos a lo largo de todas las épocas podemos difrutar hoy  de un abanico tan amplio y sugerente de fragancias. Te esperamos.

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